El alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Burgos, está contra la pared debido a una gestión de espaldas al pueblo. Ayer, cerca de diez mil personas salieron a las calles para pedir su destitución. La llamaron marcha a favor de la paz e inclusión social con el objeto de rescatar estos valores ante el “abuso y autoritarismo del burgomaestre”.
Un manchón. Trabajadores, empresarios, profesionales, organizaciones sociales y vecinos portaron carteles con frases como: ¡No a la discriminación de las obras que viene ejecutando el pueblo! ¡Exigimos la construcción de muros de contención en los AA.FF. y AA.HH.! ¡No más cobros indebidos de arbitrios! ¡No más muertes por negligencia municipal! y ¡No más engaño con el presupuesto participativo!
Malogra obras. Uno de los manifestantes dijo que Burgos no tiene visión de futuro porque, por ejemplo, con el tren eléctrico pretende imponer una obra que es necesaria pero que resultaría más eficiente si fuera subterránea. “El presidente Humala también piensa lo mismo y eso es mejor, y lo que queremos para nuestro distrito, no queremos que se destruya lo que ya ha desarrollado”.
Todos recuerdan, además, que cuando se incendió la casa de rehabilitación ‘Cristo es amor’ y murieron varios internos, el alcalde del distrito más grande de la capital brilló por su ausencia y después de varios días salió a decir: “Yo pido perdón por lo que ha pasado, pero no hay responsabilidad de la Municipalidad”, cuando era evidente que la comuna nunca tuvo control de estos antros de la muerte. Hoy paga con gritos ensordecedores su mala gestión.
Un manchón. Trabajadores, empresarios, profesionales, organizaciones sociales y vecinos portaron carteles con frases como: ¡No a la discriminación de las obras que viene ejecutando el pueblo! ¡Exigimos la construcción de muros de contención en los AA.FF. y AA.HH.! ¡No más cobros indebidos de arbitrios! ¡No más muertes por negligencia municipal! y ¡No más engaño con el presupuesto participativo!
Malogra obras. Uno de los manifestantes dijo que Burgos no tiene visión de futuro porque, por ejemplo, con el tren eléctrico pretende imponer una obra que es necesaria pero que resultaría más eficiente si fuera subterránea. “El presidente Humala también piensa lo mismo y eso es mejor, y lo que queremos para nuestro distrito, no queremos que se destruya lo que ya ha desarrollado”.
Todos recuerdan, además, que cuando se incendió la casa de rehabilitación ‘Cristo es amor’ y murieron varios internos, el alcalde del distrito más grande de la capital brilló por su ausencia y después de varios días salió a decir: “Yo pido perdón por lo que ha pasado, pero no hay responsabilidad de la Municipalidad”, cuando era evidente que la comuna nunca tuvo control de estos antros de la muerte. Hoy paga con gritos ensordecedores su mala gestión.
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